Un día como ninguno, diferente como todos, Sandia y Melón estudian y charlan como siempre, hasta que nuestra rubia tímida llega a ver quien entra sorpresivamente al aula, acompañado de Poroto, compañero en común con ellas, esta Apio, el chico buena onda que Melón admiraba en la clase que conoció a Sandia.
Melon avergonzada se anima a saludarlo.
-Holaaaa...- Dijo algo emocionada, pero sin respuesta.
-Creo que te ignoró- Dice Sandia riendo.
-Si, que mala onda- Dijo Melón algo decepcionada.
Mientras los chicos estaban frente a ella, hablando bajo, se fueron del aula. Sin entender mucho por que habían entrado, las chicas siguieron en lo suyo.
Al día siguiente Melón se encuentra con Sandia y Poroto hablando en la entrada del aula, ella sorprendida le pregunta a su amiga que pasaba.
-Entra, después te explico- Le dijo Sandia seria.
-Bueno...- Dice Melón sin cambiar su emoción.
Entra al aula y luego de unos minutos ingresan Sandia y Poroto, se sientan en sus respectivos lugares, como él estaba muy cerca, Melón le escribe en un papel.
M:-Por qué hablabas con Poroto?-.
S:-Ayer pasaron muchas cosas, estaba hablando con él para que las solucione-.
M:-Qué paso?-
S:-Viste que vinieron Apio y él ayer?, bueno hubo una confusión, Apio creyó que lo estaba dibujando a él, pero en realidad era Ajo.
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